Product-driven culture: cultura de producto más allá del PM

  • Actualizado: 23 enero 2023
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Vivimos en la era de la información. Creo que de eso somos todos conscientes. Todo el mundo tiene acceso a multitud de cursos, manuales, tutoriales, etc… normalmente creados por personas con gran experiencia y conocimiento en la materia que corresponda.

De esta manera cualquiera puede llegar a dominar una disciplina con tan solo dedicarle tiempo y ganas para recopilar información y asimilarla. En definitiva es la era del autodidacta.

Lógicamente, ser autodidacta a base de devorar libros y contenidos puede hacer que en tu cabeza construyas una realidad idílica y utópica tal y como describen esos libros que leíste para asegurarte de estar bien preparado.

Cuando has terminado de leer esa larga lista de lecturas recomendadas sobre producto y comienzas a formar en tu cabeza ese esquema mental que te servirá como base de una cultura de producto, crees que lo único que te queda es ponerlo en práctica en tu empresa. Ya no hay secretos para ti. Estás listo (o eso crees) pero la realidad que te encuentras es muy diferente.

Hasta hace bien poco las empresas estaban orientadas única y exclusivamente a ventas. En este punto es donde José Ramón Pérez Agüera, Chief Technology Officer en Mercadona Tech, nos da las diferencias clave que hay entre cómo se hacía producto antes del cambio de milenio y como se hace ahora.

A continuación, puedes ver la charla completa que nos compartió en La Product Conf Madrid de 2022:

¿Cómo se hacía producto antes del año 2000?

  • Estaba orientado a ventas NO a usuarios.
  • Product marketing - Producto diseñado por y para el marketing y no basado en usuarios.
  • Una vez que el producto era creado se “exprimía” sacando el máximo beneficio. No se iteraba.
  • Esto provocaba que la innovación fuera a largo plazo y se vendiera la “novedad” como innovación a corto plazo.

¿Qué ha cambiado en la actualidad?

  • El producto está orientado a los usuarios.
  • La innovación es constante y continua. Es el motor del producto.
  • El producto no se acaba nunca. Está iterando continuamente para ajustarse a las necesidades de los usuarios.
  • Hemos pasado de crear productos con un mindset de proyecto para hacerlo con un mindset de agilidad. “Hemos dejado de hacer ingeniería para hacer desarrollo de producto”.
  • La visión y misión de las empresas como base para el desarrollo de sus productos.

Por un lado encuentras toda la información y frameworks que aportan todo el conocimiento y buenas prácticas, por otro lado encuentras la forma de hacer producto en empresas mucho más tradicionales que todavía está lejos de parecerse a lo que es hacer producto como dicen en tus libros, y por último están las empresas más “punteras” de producto que, para tu sorpresa, han adaptado lo forma de hacer producto a su naturaleza y se parece vagamente a esos frameworks.

Existe una gran confusión e incoherencias respecto a cómo hacer producto. Esto nos lleva a buscar una definición que englobe un poco todas esas casuísticas. José Ramón propone esta:

“Cuando TODA la organización gira en torno al concepto de producto entendido como una tecnología que aporta un valor diferencial al negocio a una escala mayor mediante la resolución de problemas, necesidades o deseos de los clientes o usuarios.”

Tal y como comentaba al principio de este artículo, las empresas hace unos años podían ser clasificadas dependiendo de su forma de hacer producto. Hoy en día esta primera clasificación es mucho más amplia:

1- Business / Sales Driven (Retail, Aseguradoras, Banca)

El driver principal son las ventas.Todo gira alrededor de las ventas y del revenue. Constantemente amplían su cartera de productos aunque no sean , a priori, una empresa experta en ese nicho. Los principales problemas que conlleva ser una empresa orientada a ventas es que , a menudo, se confunde el QUÉ con el CÓMO.

Al estar orientadas a ventas buscan el cortoplacismo, es decir, se mide constantemente mediante objetivos orientados a ventas a corto plazo. Han alejado la toma de decisiones basada en el usuario para basarla en excels con los que calcular objetivos.

Debido a la naturaleza del producto de este tipo de empresas sufren una rigidez legislativa y regulatoria muy alta creando una alta dependencia del departamento de legal a la hora de diseñar el producto.

Al final, esto deriva en una disociación entre la calidad del producto y la venta: lo importante es vender aunque el producto no sea el mejor posible.

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2 - Process Driven (Logística, Industria)

Su principal driver son los procesos. Viven en una constante búsqueda de la eficiencia operativa y reducción de costes para ampliar sus márgenes. Debido a ello son empresas con muy poca agilidad y flexibilidad para hacer producto. Hay muy poco margen para aplicar metodología Lean, teniendo mucho peso el trabajo en cascada. Los procesos dependen directamente del software y dispositivo vinculado.

Como solución a este problema, José R. nos propone inspirarnos en los 10 principios de diseño de Dieter Rams para poder conseguir productos exitosos:

1 - Es innovador

2 - Provee de utilidad a cada producto

3 - Es estético

4 - Hace un producto comprensible

5 - Es discreto

6 - Es honesto

7 - Tiene un valor anacrónicamente duradero

8 - Concibe exhaustivamente hasta el último detalle

9 - Respeta el medio ambiente

10 - Es diseño en su absoluta mínima expresión


3 - Project Driven (IT Companies, Telco, Old Tech,etc…)

El driver principal es la mentalidad de proyecto para desarrollar producto.

La mentalidad de proyecto basada en cascadas adornadas con pinceladas de agilidad. Adoptan las ceremonias y artefactos del agile pero siguen planificando el trabajo a 1 año vista… Giran alrededor de ser una fábrica de features y basan su valor al usuario en la entrega de dichas features.

Enormes despliegues en producción tras meses de trabajo alcanzando un producto muy complejo donde no hay aprendizaje para una mejora contínua.

Para este enorme problema la solución está en la agilidad bien entendida, esa agilidad que es un medio y no un fin. Convirtiendo la mentalidad de proyecto en una mentalidad ágil adaptada a las necesidades de tu empresa en la que su principal objetivo es aprender, iterar y mejorar el producto de la forma más rápida posible buscando la entrega de valor al usuario.


4 - Product Driven (New Tech)

Como no podía ser de otra forma su driver principal es el usuario. Citando sus palabras sería:

“Poner al cliente en el centro del negocio para (dándole valor) aportar valor al negocio”

Adoptar este mindset de producto traerá consigo una alta complejidad a la hora de planificar un entorno de prueba y error generando una alta incertidumbre. Esto se traduce, por un lado en altos costes de recursos que aporten la agilidad necesaria y por otro lado en la dificultad que implica alinear a toda la compañía. Port todo ello, es un modelo muy fácil de entender pero muy difícil de implementar.


Conclusión

¿Se puede hacer producto en organizaciones tradicionales? Sí

Pero no de cualquier forma. Puedes seguir tres pasos que te ayudarán a organizarte antes de empezar a volverte loco:

Paso 1: Debes entender dónde estás antes de empezar a proponer cosas. Usa esa clasificación de modelos mentales para que te ayuden a ubicarte. Un mindset de puzle con el que ajustarás tus conocimientos a la organización donde estás.

Paso 2: Debes asumir tu papel como un motor de cambio cultural para TODA la organización. Debes conseguir que la organización vaya ,poco a poco, adoptando un mindset de producto.

Paso 3: Debes tener mucha paciencia. Debes canalizar las consecuencias mentales que acarrea una misión de tal magnitud. Es muy importante que puedas descargar toda esa ansiedad, estrés o frustración en hobbies o actividades que ayuden a aliviarlas.

¿Se hace producto siempre de la misma forma? No. Es muy diferente.

José Ramón nos habla principalmente de tres grandes “escuelas” que pueden darnos diferentes formas de hacer producto.

Para que esto nos ayude en nuestra misión de convertir una organización tradicional en una de producto nos aconseja seguir tres pasos:

Paso 1: Entiéndelas. Comprende por qué cada una aplicó ese modelo y no otro.

Paso 2: Estudia las contradicciones que hay entre ellas.

Paso 3: Ponerlas en el contexto de sus sectores para entender por qué funcionó.

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